Superar una ruptura amorosa es un proceso que puede resultar muy doloroso. Puede desestabilizar nuestra vida en muchos niveles diferentes, ya que además del dolor emocional, a menudo se ven involucradas otras áreas de la vida: podemos tener que cambiar de casa, dejar de ver a algunos amigos, lidiar con las familias, puede haber hijos en común, las mascotas también suelen ser un punto difícil en la separación, nos despedimos de un ocio compartido y las rutinas creadas, decimos adiós a planes futuros…
Pero la buena noticia es que, aunque es doloroso, es un proceso completamente normal y superable. Aunque a día de hoy te cueste verlo, volverás a sentirte bien e, incluso aunque te parezca imposible, volverás a enamorarte.
Sabiendo que hay esperanza en el horizonte, sabemos que hoy el dolor puede resultar insoportable, así que vamos a compartir contigo algunas estrategias que pueden ayudarte a enfrentar esta etapa y salir fortalecida:
Permítete sentir:
Aunque apetezca pasar página rápido e intentar estar distraída continuamente para evitar sentir, es importante que no reprimas tus emociones. Reconocer y expresar tus sentimientos, te ayudará a ir integrando poco a poco todo lo que estás viviendo, ya que es habitual que en un primer momento, incluso si la decisión de romper fue tuya, sientas mucha confusión.
La emoción predominante en las rupturas suele ser la tristeza, pero también es común que aparezcan emociones de las que se habla menos, como la rabia, la culpa o los celos.
Llora si lo necesitas: Las lágrimas son una forma de liberar la tensión emocional.
Habla con alguien de confianza.
Comparte tus sentimientos con amigas o familiares. Acude a terapia si lo necesitas. Aunque la separación sea un proceso normal, una psicóloga puede acompañarte durante el duelo y convertirse en un espacio seguro en el que poder volcar todo lo que estás sintiendo y poder obtener estrategias para sobrellevar mejor esta situación.
A veces nos preocupa agobiar a nuestros amigos al hablar siempre de lo mismo, pero es importante recordar que los verdaderos amigos están ahí para escucharnos, sin importar cuántas veces necesitemos hacerlo. Ellos entienden que los malos momentos necesitan ser compartidos. Al igual que nosotros haríamos con ellos.
Cuida de ti misma:
Una de las cuestiones que antes tendemos a descuidar es nuestro bienestar físico, y en estos momentos en fundamental priorizarlo.
Cuida te descanso, asegúrate de dormir suficientes horas, pero también que el sueño sea de calidad. Come de manera saludable y no descuides el ejercicio físico, que te hará mucho bien.
Cuidado con el abuso de alcohol u otras sustancias para hacer más llevadero este momento.
Aunque te apetezca meterte en casa y no ver a nadie, pasa tiempo con amigos y familiares que te apoyen y te hagan sentir bien. Dúchate y vístete cada día, nada de pasar todo el día en pijama. Salir a la calle al menos un ratito cada día es necesario, no solo para ir a trabajar o a clase, si no para tener tiempo de calidad contigo misma.
Prueba a practicar actividades que te relajen: Lee, escucha música, practica yoga o cualquier otra actividad que te ayude a desconectar.
Acepta la realidad:
Quizá uno de los momentos más difíciles es enfrentarse a reconocer que la relación ha terminado.
Algo que ayuda en estas situaciones es evitar idealizar el pasado (la relación que teníamos al principio era perfecta, echo de menos la persona que era antes…) y enfócate en el presente, en la relación actual, en lo que no funcionaba y en los motivos para la ruptura, por mucho que duela.
No te culpes: Las rupturas son procesos complejos y sea lo que sea que haya ocurrido, a menudo involucran a ambas partes. Asume tu parte de responsabilidad pero suelta el resto. Aquí una psicóloga podrá ayudarte mucho, ya que suelen ser procesos confusos en los que se mezclan muchas emociones y sentimientos.
Busca el aprendizaje
Cuando pase un poquito de tiempo podrás comenzar a ver las cosas con más distancia e identificar lo que aprendiste de la relación, tanto bueno como malo. Estamos seguras de que ver las cosas con perspectiva puede ayudarte a crecer como persona.
Con el tiempo, podrás mirar atrás y reconocer todo lo que has aprendido de esta experiencia. A veces, las rupturas más dolorosas son las que más nos enseñan sobre nosotras mismas y lo que queremos en una relación.
La perspectiva es un regalo del tiempo. Con ella, podrás apreciar las lecciones que has aprendido y sentirte agradecida por las experiencias que te han llevado a ser quien eres hoy.
Reconstruye tu vida
Si la situación es muy reciente, puedes dejar este punto para un poquito más adelante. Pero si ya has tenido tiempo de integrar lo que ha pasado, puede ser un buen momento para centrarte en establecer nuevas metas. Enfocarte en nuevos objetivos, sobre todo en objetivos personales que te permitan descubrir nuevas actividades que te apasionen, hobbies, nuevas experiencias e incluso conocer a personas nuevas. Si la ruptura es reciente no te recomendamos centrarte en conocer gente con la esperanza de encontrar a alguien para rehacer tu vida de pareja.
Es necesario que te des un tiempo para curar tus heridas antes de involucrarte en una nueva relación, pero no tengas miedo de conocer a gente nueva y descubrir actividades y experiencias diferentes a las que has estado haciendo hasta ahora.
Fases del duelo tras una ruptura amorosa
Conocer las fases del duelo te ayudará mucho a saber qué esperar de estos siguientes meses. Ten en cuenta que no se trata de un proceso lineal, las fases pueden aparecer desordenadas, incluso puedes volver a fases ya superadas, eso no significa un retroceso, es un proceso normal, ya que ninguna recuperación es lineal y ascendente siempre.
- La negación: Es natural querer aferrarse a la esperanza de que todo vuelva a ser como antes. Esta fase se alarga especialmente cuando la decisión de romper no ha partido de nosotras mismas, o cuando nos hemos visto obligadas por las circunstancias a tomar la decisión, pero en contra de nuestros propios deseos.
En muchas ocasiones la ruptura de la pareja se produce estando juntos, uno d elos miembros se va distanciando hasta que finalmente toma la decisión final de romper. En ese caso, para esa persona la fase de negación será casi inexistente, ya que ha hehco parte del duelo dentro de la relación, pero para el otro miembro de la pareja puede resultar muy confuso al principio y necesitar un tiempo para darse cuenta de que la relación ha llegado a su fin.
- Cólera: La cólera, ira o enfado es la segunda fase y casi inevitable. La ira por lo que pudo ser y no fue, por el tiempo que sentimos perdido en una relación que finalmente no ha funcionado, enfado por los comportamientos de la otra persona, ira hacia nosotras mismas por haber toledaro durante tanto tiempo esas mismas actitudes que nos dañaban, cólera contra la vida por ponernos en una situación tan difícil…
Saber que es algo normal, hasta el punto de ser considerada una fase del duelo con entidad propia, te ayudará a transitarla de mejor manera. Si ves que te quedas estancada en esta fase, no dudes en pedir ayuda, ya que puede ser una de las emociones más autodestructivas si no se maneja bien.
- Negociación: En esta fase todavía se siente la esperanza de poder arreglar la situación. Creemos que puede tener solución, que será algo pasajero, que en futuro volveremos a estar juntos…
El problema de esta fase es que si no se resuelve, nos impide avanzar, ya que nos quedamos ancladas a la idea de una reonciliación. Valora las posibilidades reales de que esto ocurra, y si la realidad es que la relación se ha terminado, el contacto cero te puede ayudar a integrar que realmente la relación no va a continuar.
- Dolor: Es la fase que tiende a alargarse más en el tiempo de manera natural. La tristeza o incluso la depresión son emociones desagradables que aparecen a menudo. Podemos sentir un vacío enorme que creemos que nunca se volverá a llenar. Tener la sensación de que cada día es igual al anterior y el dolor no cesa…Pero finalmente llegará la:
- Aceptación: Será el momento en el que integremos la ruptura en nuestra vida y dentro de nuestra dinámica y podamos aprender a vivir con ello. Seguiremos echando de menos a nuestro ex, seguiremos sintiendo dolor po lo que pudo ser y no fue, por las expectativas que se quedaron en el aire, pero aprenderemos a sobrellevarlo y enfocar nuestra vida nuevamente.
Una de las primeras preguntas que las pacientes suelen hacer cuando acuden a consulta de psicología después de una ruptura es que en cuánto tiempo volverán a sentirse ellas mismas. La realidad es que no hay un tiempo estipulado para superar una ruptura, ya que dependerá de muchos factores:
Cuánto tiempo haya estado la pareja unida, que otros elementos de protección tiene la persona (amigos, actividades placenteras, etc). Cada persona es diferente, evitar compararte, sobre todo con tu ex y céntrate en tu proceso particular.
¿Cómo me puede ayudar una psicóloga en una ruptura de pareja?
Una psicóloga puede ayudarte brindándote herramientas y estrategias para superar la separación, trabajar en tu autoestima y en tu desarrollo personal.
· Reconstruir tu autoestima: Lo que es todo un reto después de la ruptura. Una psicóloga puede ayudarte a valorarte a ti misma para poder involucrarte en relaciones saludables.
· Ayudarte a establecer límites saludables: Que respeten tus necesidades para proteger tu bienestar.
· Superar las fases del duelo: Acompañarte en el proceso de duelo y brindarte apoyo en cada una de las etapas, ayudándote a entenderlas y manejarlas.
· Preparando el terreno a confiar: Sabemos lo difícil que puede ser volver a confiar en los demás, especialmente en una relación romántica, pero es una capacidad que puedes trabajar y te aseguramos que se puede reparar.
· Ofreciendo estrategias prácticas: Que nos ayuden en el día a día, aprendiendo herramientas concretas para manejar las emociones y pensamientos intrusivos que podemos tener en bucle.
¿Qué hago con las redes sociales después de romper con mi pareja?
Sabemos que limitar la exposición a las pantallas es una buena idea en cualquier momento, pero en situaciones de vulnerabilidad se puede volver fundamental.
Aunque sepamos que las redes sociales nos engañan y que no es real lo que vemos, será imposible evitar la comparación.
Sentir que todo el mundo está mejor que nosotras, viviendo vidas más interesantes o plenas, viendo fotos que sin contexto nos hacen pensar que su vida es mejor que la nuestra….
Si te ves continuamente entrando a las redes sociales de tu ex para echar un ojo a nuevos seguidores, a quien comenta o haciendo investigaciones para intentar descubir si hay una nueva persona, es momento de echar el freno. Silenciar temporalmente a esa persona, o incluso bloquearla si es lo que necesitas, puede hacerte mucho bien.
No tengas miedo de tomar decisiones que te hacen bien por el “qué dirán” y apuesta por tu salud mental y emocional.
Si vas a continuar usando redes sociales, limita el tiempo que pasas en ellas, observa que perfiles te hacen sentir peor y deja de seguirlos, o siléncialos momentáneamente.